“Es absurdo, lamento escribirlo, tener esperanza” es una frase que leí
en un artículo de opinión en un periódico de circulación nacional
releí la frase y la coloqué en mi frente con la dignidad de quien desea aprender
algo nuevo
pero no comprendí la frase
/a pesar de las circunstancias
leo con paciencia pero no entiendo cuando alguien anuncia una ironía sin fundamentos
acaso
en tiempo de guerra las lágrimas no representan una
esperanza
ofrecida por la tristeza
para luchar por la vida
//cada palabra está marcada con un pequeño moño negro lleno de hormigas//
tomo un papel y comienzo a escribir este poema que titularé “luto nacional”
y que comenzará de la siguiente manera:
pobres de aquellos que escriben palabras de hierro
para inaugurar óxidos en las búsquedas de la paz:
“mañana alguien quemará mi casa y se irá cantando
al abrigo impune de las sombras vestidas de justicia
de los días recostados en el ensayo de la muerte”
“[…]porque no hay ningún cabo suelto en el universo
ningún arma es disparada con absoluta libertad
ningún asesino mexicano deja de encomendarse a Dios
cuando mira los ojos de una mujer muerta en una calle elegida por un destino
insobornable”
ante tales juicios
mis manos siento cada vez son más pequeñas
de mi boca cuelga una camioneta blindada por una tristeza silenciosa
tengo un santo agarrado de mi pecho
pero
mi corazón crece
/es grande
como los brazos de mi madre o los pies de mi padre o la sonrisa de la mujer que amo
inmenso como un futuro construido sobre unos hombros humanos
por alguna razón no aceptaré que alguien escriba que la esperanza es un accidente
de segunda mano
¡aunque uno no pueda escribir nada para evitar la
sangre!
[hoy mi corazón es más blanco que una cruz
donde se han escrito todos los nombres ignorados
por las cifras de las piedras caídas en la agónica certidumbre de las noticias que
vendrán]
estoy dispuesto a guardar luto por tres días
-- como anunció el presidente --
después del plazo usaré mi fe para leer los periódicos
la
Esperanza
muere al último y cuando muere
a los tres días renace
lo dice el evangelio en alguna parte
(final)
--José Manuel Vacah
bien Vacah
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